la noche de san juan

“Dicen las leyendas que en la noche de san Juan los gitanos se reúnen a cantar” y es que, amigos, esa noche, la de San Juan, la que va del 23 al 24 de Junio, es una noche mágica. En todo el mundo, del uno al otro confín, se celebra un rito de purificación a través del agua o del fuego y ya, de paso, se da la bienvenida al esperado verano.
La más conocida de las celebraciones es la del salto de la hoguera. Un fuego en el que se queman trastos viejos que representan lo que se quiere dejar atrás. Quienes saltan, lo hacen solos o de la mano del amigo o la persona amada; piden antes un deseo o tal vez hacen un propósito de enmienda, ¡qué sé yo!, dejar de fumar, adelgazar esos kilos de más, aprender inglés, acabar esa novela infinita... en fin, esas cosas que todos nos hemos propuesto alguna vez en Año Nuevo, la gente se las propone, también, antes de saltar la hoguera.
En otros sitios, la gracia consiste en caminar sobre brasas. Los lugareños compiten entre ellos para ver quien es el que da más pasos sobre las ascuas, o quien los da más despacio. Incluso hay algunos que pasan por el camino con alguien sobre sus espaldas. Dicen que nadie del lugar se ha quemado nunca, aunque no esta muy claro que alguien, que no sea de allí, haya osado a semejante atrevimiento.
La noche de San Juan cobra, en Galicia, un especial protagonismo. En muchos de sus pueblos es considerada fiesta mayor y la celebran bailando alrededor de la hoguera y libando queimada en grandes cantidades para ahuyentar a las meigas, que dicen andan algo revueltas esa noche. Además en muchas playas gallegas las jóvenes se dan el baño de las siete olas para asegurar de la fertilidad.
Así pues, amigos, si esa noche vais caminando por la calle y os encontráis una hoguera, saltadla con gracia y donosura, no sin antes haber pedido un deseo, por supuesto.