Sevilla

Dicen los sevillanos que Sevilla tiene una luz especial. La tiene sin duda y también un pequeño aire de ciudad que fue el centro del mundo y que tras años de olvido quiere volver a su sitio.
En Sevilla aún se puede ver a Don Juan paseando por el barrio de Santa Cruz, escondiéndose tras las esquinas, persiguiendo a las turistas, añorando los tiempos de Doña Inés.
Se pasea por Triana entre placas que recuerdan antiguos toreros, y uno se da cuenta de la verdadera dimensión de estos personajes, héroes de barrio popular donde los haya.
Como mejor se conoce Sevilla es en sus calles, en sus bares, entre tapas. En cada barrio, su tradición, que es mejor, para el visitante, conocer. Aquí solomillo al whisky, aquí mosto con aguja, aquí gambitas...
También tiene Sevilla sus monumentos, de los que se sienten tan orgullosos los sevillanos, su Betis y su Sevilla latentes en cada rincón y tiene en fin, como decían nuestros autores del siglo de oro, sevillanos muchos de ellos, un ‘no se qué, que no se puede aguantar’.